Mientras tanto, según algunos expertos, la legislación sobre las stablecoins en EE. UU. podría conducir al fortalecimiento del mercado de criptomonedas. Esto se debe a que una regulación clara permitirá a los inversores institucionales ingresar al espacio cripto con mayor confianza. La falta de claridad en el marco legal ha frenado durante mucho tiempo la entrada de grandes capitales, temerosos de los riesgos potenciales y la imprevisibilidad. La ley sobre stablecoins, si se aprueba, podría ser el catalizador que desencadene una nueva ola de inversiones. Por otro lado, el endurecimiento de las normas podría crear barreras para pequeñas empresas y startups que desarrollan y emiten stablecoins. Los altos requisitos de reservas, auditoría y cumplimiento normativo pueden resultar inasequibles para los nuevos actores, lo que llevaría a una consolidación del mercado y una limitación de la competencia.
Se espera que la nueva legislación también conduzca a un aumento de 10 veces en la oferta de stablecoins durante los próximos 4 años, hasta los $2 billones. Los nuevos emisores de stablecoins seguramente comprarán bonos del gobierno de EE. UU. como reservas. La suma podría superar los $1,6 billones. Como resultado, los emisores de stablecoins podrían convertirse rápidamente en los mayores tenedores de deuda pública estadounidense en el mundo.
Y este escenario no es fantástico. Dada la creciente popularidad de las stablecoins y la necesidad de garantizar su estabilidad, es lógico suponer que los emisores buscarán activos seguros y líquidos para almacenar sus reservas. Los bonos del gobierno de EE. UU., tradicionalmente considerados como una de las inversiones más seguras, son ideales para este propósito. La suma estimada de $1,6 billones es una cifra impresionante que sin duda influirá en el mercado de deuda pública estadounidense. Un flujo de capital de tal magnitud podría conducir a una disminución del rendimiento de los bonos y a un aumento de la demanda de los mismos. Esto, a su vez, podría facilitar al gobierno de EE. UU. la financiación de sus gastos.
En cuanto al panorama técnico del Bitcoin, los compradores actualmente están enfocados en recuperar el nivel de $83 800, lo que abre un camino directo hacia los $85 000, y desde allí un paso hacia el nivel de $86 200. El objetivo más lejano será el máximo en la zona de $89 100, cuya superación significará el fin del mercado bajista. En caso de una caída del Bitcoin, espero a los compradores en el nivel de $82 600. El retorno del instrumento de negociación por debajo de esta zona podría llevar rápidamente al BTC hacia la zona de $81 500. El objetivo más lejano será la zona de $80 600.
En cuanto al panorama técnico de Ethereum, una consolidación clara por encima del nivel de $1602 abre un camino directo hacia los $1641. El objetivo más lejano será el máximo en la zona de $1681, cuya superación significará el retorno del fin del mercado bajista. En caso de una caída de Ethereum, espero a los compradores en el nivel de $1561. El retorno del instrumento de negociación por debajo de esta zona podría llevar rápidamente al ETH hacia la zona de $1523. El objetivo más lejano será la zona de $1478.