En julio de 2025, el índice de precios al consumidor subyacente (CPI) de Tokio mostró una moderada disminución, situándose en un 2.9% según los datos actualizados al 24 de julio de 2025. Esta relajación en el ritmo de la inflación ofrece un leve alivio al compararse con el 3.1% registrado en junio del mismo año. Estos indicadores son una medición clave utilizada para estimar la inflación subyacente en la capital japonesa, excluyendo los precios volátiles de los alimentos frescos.
Este descenso del índice subyacente sugiere una leve desaceleración en las presiones inflacionarias en Tokio, un cambio que podría influir en las futuras decisiones de política monetaria por parte del Banco de Japón, que ha estado manejando una política flexible para combatir la reciente tendencia inflacionaria. De forma anualizada, el cambio refleja la comparación con el mismo mes del año anterior, ofreciendo una perspectiva de cómo ha evolucionado la inflación en el último año.
Estos datos son observados de cerca tanto por los economistas como por los encargados de formulación de políticas, quienes buscan contener la inflación sin frenar el crecimiento económico. Aunque las cifras muestran una tendencia descendente en el corto plazo, el contexto económico global y las dinámicas internas seguirán desempeñando un papel crucial en el devenir de la inflación en Japón.